Historia: Para el año 1830 Francia se encontraba inmersa en revoluciones por intereses políticos, de la monarquía y la corona, y fue en medio de estos acontecimientos e incertidumbres sociales donde en París, exactamente en la calle del Bac, en la casa Madre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que la Virgen María deja un mensaje a la humanidad.

Catalina Labouré medianera del mensaje una humilde joven campesina de Borgoña responderá al llamado de Dios a través de la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, fundada por el Santo, junto a Santa Luisa de Marillac, el 29 de noviembre de 1633, con el fin de servir a los pobres. Catalina ingresa como postulante en 1829 y luego, en el Seminario ubicado en la Casa Madre, en enero de 1830. Es en esta última donde suceden los acontecimientos más importantes de su vida: es visitada por la Santísima Virgen María la noche del 18 de julio de 1830, siendo el origen de una Asociación Mariana. La Virgen le revela muchas cosas sobre su vida, el futuro de Francia y, sobre todo, le encomienda una misión. Aquí las palabras textuales de los escritos de Catalina a su confesor el P. Aladel: “La Santísima Virgen quiere de Vd. una Misión: quiere que dé comienzo a una Orden, de la cual usted será su fundador y director. Se trata de una cofradía de Hijos e Hijas de María”. Esta Orden es la que se conoce hoy en día como Asociación Internacional Juventud Mariana Vicentina.

La segunda aparición ocurrió el 27 de noviembre de 1830. En ésta, la Virgen pide a Catalina que mande acuñar una medalla exactamente con la visión que tuvo en ese momento de la Santísima Virgen (en el anverso) vestida del sol, coronada con 12 estrellas con los brazos extendidos, el mundo bajo sus pies y aplastando la cabeza de la serpiente. En el reverso: los corazones de Jesús y María junto al Anagrama, envueltos por doce estrellas (La Iglesia). De esta manera deja su mensaje para el mundo, grabado en una sencilla medalla conocida, tiempo después, como “La Medalla Milagrosa”, prometiendo infinitas gracias a quienes la lleven con confianza; esta Medalla Milagrosa es el distintivo de la Juventud Mariana Vicentina, un recordatorio del Evangelio y de la misión que le fue confiada la noche del 18 de julio de 1830.

En República Dominicana: Desde el 1981, el espíritu Mariano Vicentino se hacía presente en el Centro Educativo Marillac (Casa Provincial de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl) y en la Parroquia San Vicente de Paúl; todo esto gracias a la presencia de las Hijas de la Caridad y los padres de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl que laboraban allí. En el 1992, tras la celebración del V Centenario de la Evangelización en América, se convoca en Santo Domingo el 1er Congreso Iberoamericano de JMV, acontecimiento marca la formalización de la asociación en el país. En el 1993 se celebra el 1er Encuentro Nacional de JMV donde se realiza la primera elección del Consejo Nacional y se fija el asiento del Secretariado Nacional en la Parroquia Santa Luisa de Marillac de Los Tres Brazos. Desde entonces, la Asociación ha crecido en cantidad, espiritualidad, formación y servicio. Hoy se encuentra presente en todas las parroquias de los Padres Paúles y algunas casas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Es reconocida por el Arzobispado de Santo Domingo en febrero del 1992 y, a nivel internacional, son aprobados sus primeros estatutos nacionales en abril del 2001. JMV está presente en la Arquidiócesis de Santo Domingo y en las Diócesis de San Francisco de Macorís y Puerto Plata.

Identidad: JMV es una Asociación Católica Internacional, formada principalmente por jóvenes laicos, cuyo marco de referencia son las Asociaciones Laicas Internacionales de Fieles. Es la misma Asociación de Hijos e Hijas de María Inmaculada, que tuvo su origen en las apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré en 1830. La Asociación de Hijos e Hijas de María fue aprobada por el Papa Pio IX mediante los rescriptos del 20 de junio de 1847 y el 19 de julio de 1850. La Santa Sede, por decreto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica del 2 de febrero de 1999, aprobó los Esta- tutos Internacionales y reconoció el nuevo nombre de la Asociación, que mantiene la misma identidad.

Espiritualidad: La Asociación, por su naturaleza, es Laical, Eclesial, Mariana, Vicentina y Misionera. Por tal razón, el seguimiento de Jesucristo, evangelizador de los pobres, y la mirada atenta al ejemplo de María y de San Vicente de Paúl, hacen que JMV viva una espiritualidad cristocéntrica, mariana y vicentina. En resumen, la Espiritualidad de la Asociación está fundamentada en el cantico del Magníficat, invitando a los jóvenes a vivir las virtudes características de: Humildad, Obediencia, Caridad y Pureza.

Lema y logo: El lema de la Asociación “A Jesús con María”. El logo de la Asociación es en parte el reverso de la Medalla Milagrosa: el anagrama de María, acompañado por las letra J y V (jóvenes de la familia de San Vicente de Paúl); todo esto encerrado por doce estrellas (la Iglesia).

Fines y medios: Es la formación integral de los jóvenes, llevándolos al encuentro personal con Cristo desde la vida de oración contemplativa, en humildad y sencillez como María, y el servicio de los pobres al igual que San Vicente de Paúl. Para lograrlo se propone la vida en comunidad cristiana, con un proceso de formación sistemática, el estudio de la Palabra de Dios, el servicio a los necesitados y la inserción en la vida parroquial.

Servicio a la Iglesia y la sociedad: El rol de JMV en la Iglesia Católica es fundamental; sus miembros se integran en la vida parroquial activamente desde: el servicio con la catequesis (en especial con los niños y adolescentes), las celebraciones litúrgicas, las distintas pastorales (juvenil, mariana, social, entre otras) y haciendo vida su nota misionera: el llevar el Evangelio a los más necesitados, en sus parroquias y en distintos lugares del país. En la Sociedad, atendiendo al carisma Vicentino, se da en la asistencia a los enfermos, los ancianos, los niños desposeídos y la colaboración activa en las obras sociales de las Hijas de la Caridad y los Padres Paúles.

Acto de consagración: La Asociación ofrece a los jóvenes la Consagración a Cristo por María como una manera de explicitar su consagración bautismal y hacer de su vida un don total a Cristo, desde el servicio y la evangelización de los pobres, eligiendo a María como Madre y modelo de vida.

Estructura y organización: JMV está estructurada de forma jerárquica por Consejos Directivos, tanto a Nivel Internacional como Nacional. La Dirección General de la Asociación corresponde al Superior General de la Congregación de la Misión e Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En República Dominicana, JMV se rige bajo los lineamientos de sus Estatutos Nacionales. Se organiza y estructura de la siguiente manera: Asamblea Nacional, Consejo Nacional, Consejos de Centro y Consejos de Comunidad. Domicilio Social: (Secretariado Nacional) en el Centro Educativo San Vicente de Paúl del sector Los Mina, Santo Domingo Este. Directiva actual: Coordinador Nacional, Jefferson Trinidad; Asesor Nacional, Diac. Antonio Hiciano C.M.; Asesora Nacional, Sor Roselín Jiménez H.C.; Secretaria Nacional, Maybel Ramírez; Tesorera Nacional, Magdalena Ortega.