Es una Asociación Apostólica de Laicos para servir a la Iglesia Católica en su perpetua lucha contra el demonio y fuerzas nefas- tas. Comienza a las ocho de la noche en un hogar de Dublín (Irlanda), el 7 de septiembre de 1921, cuando un grupo de adolescentes se reúnen con Frank Duff (fundador), oran y se deciden a servir a los enfermos y llevar el evangelio a todo el mundo. Cuenta con más de 33 millones de miembros en el mundo.

Ha recibido el reconocimiento de numerosos Papas, incluyendo San Juan Pablo II. El 27 de marzo de 2015 fueron aprobados sus estatus definitivos, confiriéndoles la distinción de Asociación Internacional de Laicos.

En la República Dominicana tiene sus inicios en la provincia de Azua, donde se funda el primer grupo (Praesidium), por los misioneros Padres Scarborough, el 2 de junio de 1946, con el nombre de Nuestra Señora de los Remedios. Años seguidos se extiende a la provincia de Monte Plata y desde allí a todos los lugares, estando presente en las once Diócesis del país. La Legión de María cuenta con más de 30 mil miembros en la República Dominicana.

Elementos que nos identifican: Tessera, todos los legionarios deben tenerla al contener todas las oraciones de la Legión. El segundo es el Vexilium o estandarte que se usa en todas sus reuniones.

La Directiva de la Legión de María es: Director Espiritual, Rev. Padre Máximo Rafael Pérez; Presidente, Lorenzo Patiño Inoa; Vicepresidenta, Gloria R. Rodríguez Pimentel; Secretaria, Nurys Cruz; Tesorero, Jesús Rodríguez.

Tenemos diversidad de grupos (Praesidium), ya que existen de Damas, Caballeros, Mixtos, Juveniles e Infantiles. Los jóvenes, entusiastas y ale- gres, demuestran su devoción a la Virgen con mucho orgullo y amor; lo que ha devenido en que ingresen a los seminarios y conventos, teniendo así muchos sacerdotes y religiosas de vida consagrada.

La Legión de María utiliza los términos y acciones de las legiones del imperio romano, mientras ellos se organizaban y luchaban para conquistar el mundo, así los nuevos legionarios de María buscan conquistar el mundo para Cristo. Pero ahora las armas son espirituales y el amparo es la Reina de los Apóstoles, la Virgen María, a quien prodigamos profunda devoción, como bien diría San Luis María de Montfort “Todo a Jesús por María”. Para poder combatir el pecado en este mundo globalizado el legionario debe revestirse de las armaduras de Dios, ya que por doquier el pecado abunda, tienta y ataca a todas las ovejas del rebaño. Por consiguiente, es necesario la oración continua, el estudio de la palabra, frecuentar los sacramentos, una gran devoción a la Virgen y de manera especial un deseo de santidad, pues sin ella nadie verá a Dios. La Legión como su nombre lo indica es un ejército en orden de batalla en contra del demonio.

Es un gran Movimiento Mariano extendido por todo el mundo y ha demostrado ser escuela de santidad: Frank Duff, Siervo de Dios, en su proceso de beatificación; Edel Quinn, venerable legionaria y Alfonso Lambe, gran misionero en América del Sur. Tiene como patrón a San Luis María Grignon de Montfort, quien fuera uno de los grandes propulsores de la devoción a la Virgen, tras el estudio de su obra La Verdadera Devoción a María se inspiró Frank Duff para fundar la Organización, de lo que se desprende que todo legionario debe vivir y manifestar el gran amor y devoción a la Santísima Virgen María, caso contrario le impediría entrar a la organización.

Fines de La Legión de María: La Legión de María tiene como fin llegar a la Gloria de Dios, por medio de la oración y el trabajo apostólico, ganando nuestra santidad a través de entablar un contacto de verdadera amistad con cada persona individual. Intenta llenar de amor lo que está vacío de él, ganándolo para Jesucristo, convencida de que sólo así podrá cambiarse el mundo.

¿Cómo se ingresa a la Legión? En consonancia con la realidad que vive nuestra Iglesia y en atención al llamado del Papa Francisco de que se abran las puertas de la Iglesia y llevemos a Jesucristo a todos los lugares y personas, a la Legión puede ingresar toda persona que quiera, no importa su clase social, color, no importa su preparación intelectual, ni mucho menos la edad, ya que solo basta con que se le invite; ahora bien,

¿Quiénes pueden pertenecer? Todo católico que practique fielmente su religión y desee ser útil a la Iglesia y a la sociedad, y que esté dispuesto a cumplir las normas funcionales de la Asociación. Esto es para los socios definitivos, ya que para los candidatos a legionarios pueden o no estar sacramentados, estos últimos deben pasar una prueba de tres a seis meses, pasada dicha prueba, y con los sacramentos adquiridos, se alistan en la Legión tras haber hecho la Promesa Legionaria al Espíritu Santo, de que cumplirán con los deberes y disciplina bajo la guía de la Virgen María, nuestra capitana.

¿Qué se hace? Orar y trabajar apostólicamente. Funciona con reuniones semanales de grupo, donde se ora, se revisa la actividad apostólica y se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado. Cuenta con dos clases de socios: Activos y Auxiliares.

Cada Socio Activo debe: Asistir puntual y semanalmente a la junta de su grupo, donde se mezclan íntimamente la revisión del trabajo efectuado, la formación espiritual y humano-apostólica, con la oración en común; Rezar diariamente la Catena, que es el Magníficat de la Virgen, la oración de los pobres y de los humildes; Realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario. Debemos resaltar que en el ejercicio del apostolado el legionario ve y sirve a nuestro Señor Jesucristo en el hermano por quien se trabaja. Actitud tal es de vital importancia en la Legión, ya que al legionario humilde y sencillo se le abrirán todas las puertas; Mantener en secreto algunos asuntos discutidos en la reunión o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario.

Los Socios Auxiliares en cambio prestan un servicio de oración y pue- den ingresar sacerdotes, religiosos y seglares que no pueden o no quieren asumir los deberes del socio activo. El servicio de los auxiliares consiste en rezar diariamente las oraciones contenidas en la Téssera (hojita de oraciones), a saber: la invocación y la oración al Espíritu Santo; cinco de- cenas del Rosario y las oraciones que siguen después; la Catena y, por último, las oraciones finales. Los que recen el

Rosario diariamente por cualquier intención que sea, pueden hacerse Socios Auxiliares sin obligación de añadir otro Rosario.

“A todo aquel que Dios quiere convertir en Santo, lo hace muy devoto de la Santísima Virgen María”.